ENTREGARSE POR AMOR

EXPERIENCIA MARIANA EN MADRE LAURA

  

En la Made Laura, el amor a María aparece un poco tarde en su vida Espiritual, pero cuando la experimentó en su vida llegó a ser profundamente Mariana.

En la infancia, su familia rezaba el santo rosario con mucho fervor según la tradición de los hogares cristianos Antioqueños; para Laura estos rezos no le atraía ni le decía nada.

Más tarde empieza a entrar en el ambiente Mariano por su prima Leonor, una joven amante de María, en la advocación a Inmaculada “yo no recuerdo a ver recurrido de un modo muy fervoroso a la Santísima Virgen antes, como ni siquiera prefiriera alguna advocación de Ella”. Aut.72

En el tiempo de compartir con su prima en el colegio La Inmaculada le permite hacer una fuerte experiencia de María por el espíritu Mariano que había en  las alumnas y en su prima, “al calor del amor que en el colegio se le tenía a la Inmaculada, naturalmente me enfervorizaba y acabé por ver que las gentes me tenían por muy devota y propagadora del culto a la Inmaculada” Aut.239

Desde entonces, María se convierte para Laura en dueña de su corazón y la autora de  la obra misional, porque el amor maternal de María la impulsa a darse a los demás “Ella es quien ha abierto la herida y ha encendido el fuego de mi corazón, si Jesús es mi dolor Ella es mi alegría” Aut.240. Además, para Laura María es un modelo y maestra de su aprendizaje en el camino a la santidad por eso ella reconoce a maría como autora y dueña no solo de su vida sino también de la congregación.

La Madre Laura experimentó en su vida la maternidad de María,  no fue capaz de guardársela para ella sola, esta experiencia la compromete a compartir con los demás especialmente con los Indígenas este amor maternal “Madre yo no soy huérfana porque te tengo a ti, que eres más que Madre pero los pobres Indios están huérfanos y me parten el alma, ¿no querrás ser su madre?”Aut.292

“yo quisiera que todos los hombres supieran lo que es Ella para el corazón que la ama”Aut.240. Así, Laura se siente partícipe de la maternidad de María en la tarea misionera y la invita como madre y maestra de su caminar, “vamos madre nuestra a trabajar en este día…”, y su deseo es que el corazón de sus hijas esté inflamado por el amor a María.

El amor a la Virgen María se fortalece en ella desde el amor a Jesús Sediento  en el misterio de la Redención, de un modo que se ve envuelta en los dos corazones “Sentí como confundidos al Hijo y a la Madre en un océano de celo por la gloria de Dios, confundiéndose los dos en una misma sangre Redentora” Aut.252; desde entonces el espíritu Mariano se impregna en su vida siendo parte de ella y de la obra, por eso el anuncio de Jesús inicia dando a conocer a María y afirma Laura que fue el mejor medio para mostrar el rostro materno de Dios entre los Indígenas “fue el nombre de María la primera  palabra que empezaron a pronunciar los indígenas ”Aut.427.