Con gran alegría los días 22 y 23 de Junio, estuvimos compartiendo y celebrando junto a la Diócesis de Guanare y toda la familia Laurita presente en Venezuela: indígenas, jóvenes, Misioneros Seglares, Hermanas Lauritas, nuestras acción de gracias al Señor de la vida y la esperanza, por tan magnifico don regalado a la Iglesia Latinoamericana con la Canonización de Santa Laura Montoya, en este tiempo en que se nos llama a ser discípulos misioneros. A recobrar el sentido de nuestra vocación de hijos de Dios.
Y que mejor lugar para agradecer al Señor que a los pies de nuestra Madre de Coromoto, Patrona de Venezuela, y de nuestra Provincia en el Santuario Nacional, con todo su significado por su aparición al indio Coromoto, a los empobrecidos de nuestro mundo. La presencia de los indígenas, jóvenes y misioneros seglares engalanaron nuestra Celebración
El pueblo indígena como siempre fue el gran protagonista en esta acción de gracias, ellos con su colorido, danzas y rituales nos hicieron vivir con mayor intensidad esté acontecimiento, pues no es posible entender la Santidad de Laura Montoya sin la presencia del pueblo indígena.
Agradecemos de manera especial a Monseñor Trino Valera, Obispo de la Diócesis de Guanare, a cada uno de los Sacerdotes, Congregaciones Religiosas, Parroquias, niños, Grupos de apostolado que con tanto cariño nos acogieron, nos brindaron su apoyo y cariño celebrando junto con la “Familia Laurita” este acontecimiento de gracia y bendición para nuestra Iglesia en Venezuela.
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2 comentarios:
El nombre de esta gran mujer describe lo que significa para el mundo esta celebración.
Laura = inmortalidad.
"Con caridad perpetua te amé". ¡Si es perpetua ha de ser inmortal e inmortal ha de ser mi amor... inmortal ha de ser la fe que con el nombre recibí."
Es el reconocimiento oficial de lo que vivió; Laura se perpetúa en la historia, en la misión, en los que claman a Dios a través de su intercepción, y vive a plenitud su apostolado ultraterrestre "En la otra vida me dejarás hacer lo que aquí tanto ansío".
Gracias Señor, porque Laura escuchó tu grito insaciable y vislumbró la posibilidad de extender el Reino en Venezuela. Gracias Señor, por las mujeres valientes, las misioneras, que dejaron su Patria colombiana para hacer posible ese anhelo. Gracias Señor, por las misioneras que vinieron de otras naciones y por las misioneras venezolanas que hoy están en este país, haciendo presente tu Reino en medio de diferentes comunidades indígenas y marginadas. Gracias Señor por las diferentes manifestaciones culturales y religiosas que recrean tu Gran Obra. Gracias Señor por tantos hombres y mujeres que dan testimonio de ti, siguiendo el modelo de Laura Montoya. Gracias Señor, por transformar tantas vidas y por restaurar hogares, a través de estas obreritas.
Gracias Señor por bendecir a esta patria, Venezuela.
Gracias Señor por Laura Montoya.
El nombre de esta gran mujer describe lo que significa para el mundo esta celebración.
Laura = inmortalidad.
"Con caridad perpetua te amé". ¡Si es perpetua ha de ser inmortal e inmortal ha de ser mi amor... inmortal ha de ser la fe que con el nombre recibí."
Es el reconocimiento oficial de lo que vivió; Laura se perpetúa en la historia, en la misión, en los que claman a Dios a través de su intercepción, y vive a plenitud su apostolado ultraterrestre "En la otra vida me dejarás hacer lo que aquí tanto ansío".
Gracias Señor, porque Laura escuchó tu grito insaciable y vislumbró la posibilidad de extender el Reino en Venezuela. Gracias Señor, por las mujeres valientes, las misioneras, que dejaron su Patria colombiana para hacer posible ese anhelo. Gracias Señor, por las misioneras que vinieron de otras naciones y por las misioneras venezolanas que hoy están en este país, haciendo presente tu Reino en medio de diferentes comunidades indígenas y marginadas. Gracias Señor por las diferentes manifestaciones culturales y religiosas que recrean tu Gran Obra. Gracias Señor por tantos hombres y mujeres que dan testimonio de ti, siguiendo el modelo de Laura Montoya. Gracias Señor, por transformar tantas vidas y por restaurar hogares, a través de estas obreritas.
Gracias Señor por bendecir a esta patria, Venezuela.
Gracias Señor por Laura Montoya.
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