LAS LAURITAS DE BRASIL Y PARAGUAY DE FIESTA CON SANTA
LAURA MONTOYA
El
día 26 de Mayo fecha en la cual recordamos el
glorioso nacimiento de Laura Montoya
y sintiéndonos en comunión con toda nuestra Congregación, las hermanas de la Zona
Brasil presentes en Mato Grosso, Mato
Grosso del Sur y Paraguay nos reunimos para dar gracias a Dios por la vida y obra de esta
grande mujer y por el don que recibe la Congregación a través de la
canonización de su fundadora.
La
Eucaristía se celebró en la Catedral Nuestra Señora de la Abadía y fue
presidida por Monseñor Dimas Lara Barbosa, Arzobispo Metropolitano de Campo
Grande, concelebrada por el vicario de
la Catedral Padre Ademilson Tomé junto con diferentes
sacerdotes con quienes hemos compartido el caminar misionero entre los pueblos indígenas; resaltando con un corazón agradecido el cariño y
hermandad de la Misión Salesiana con la presencia de los padres: Tiago
Figuieró, Bartolomeo Giaccaria, George Lachnitt, Eloir Inácio de Oliveira,
Miguel Gaya Timoneda y el hermano Mário Bordignon
La
celebración también contó con la presencia amiga y solidaria de miembros de la
Vida Religiosa Consagrada de Campo Grande, Sidrolandia y Paraguay, del CIMI (Consejo Indigenista Misionero),
representantes de algunas parroquias de la Arquidiócesis, Coordinadores de
diferentes Pastorales y muchos amigos y aliados de la Congregación y de los
Pueblos indígenas. No podían faltar en la celebración los indígenas Terena y
también un grupo de Xavante, etnias entre las cuales hacemos presencia en esta
Zona y que nos han permitido descubrir esa presencia de
Dios Trino que se manifiesta en la riqueza cultural de cada pueblo.
Al
inicio de la celebración y en consonancia con la fiesta de la Santísima Trinidad que la
Iglesia universal celebra en este día, se trajeron a la memoria las palabras de Laura
Montoya que dicen “ La unidad de Dios,
resalta más bella en la trinidad de las personas”, esa unidad de Laura con Dios, hizo con que ella dedicase
su vida al servicio de todos y de forma especial a los más pobres como dijo el Papa
Francisco el día de su canonización: “En
su obra de evangelización Madre Laura se hizo verdaderamente toda para todos”,
ella nos enseña a ver el rostro de Jesús en el otro, a vencer la indiferencia y
el individualismo y nos enseña a acoger a todos sin preconcepto ni
discriminación.
Fue
muy emocionante el momento en que se entronizó
el cuadro de Santa Laura Montoya, el mismo fue precedido con una danza
tradicional del pueblo Terena, posteriormente dos hermanas portaron el cuadro
hasta el altar y los niños que participaban en la danza tomaron el cuadro en sus manos, lo levantaron presentándolo así a la
asamblea que lo recibió con un
caluroso aplauso.
Monseñor
Dimas Lara en su homilía resaltó la importancia de saber acoger las diferencias
culturales, reconociendo en cada persona esa presencia viva de Dios,
especialmente valorar la riqueza humana, la sencillez y acogida que encontramos
en los pueblos indígenas. Recalcó:
“Laura Montoya, con su trabajo y dedicación a favor de los más pequeños y vulnerables, nos enseña que es posible un mundo diferente, un mundo más justo y solidario”.Laura Montoya fue recordada también como una mujer que venció los preconceptos de la época que consideraban a la mujer como incapaz y se tornó protagonista de esta grande familia misionera distinguiéndose por su coraje, fuerza de espíritu, fe y una grande sensibilidad delante de las necesidades de los más pobres y por eso llegó a asumir compromisos concretos a favor de la vida y dignidad de los pueblos indígenas. Fue resaltada también la pedagogía que usó esta insigne mujer, fundamentada en un profundo respeto a la cultura, tradiciones y esa forma simple y familiar de acercarse a los indígenas y llegar al corazón de ellos.
El
momento de la oración de los fieles varias personas fueron presentando las
peticiones y los niños indígenas fueron encendiendo una vela como señal de que
queremos que esa la luz alcance del
corazón de Dios que todos los pueblos de
la tierra vivan en unidad, paz y armonía.
En
el ofertorio, junto con una cerámica indígena, el pan, el vino y unas sandalias, un joven
Terena ofrendó también un
plato con tierra, representando y ofreciendo a Dios la realidad de los pueblos indígenas
que luchan cada día por la reconquista de sus territorios ancestrales, tierra
que es Madre, vida y futuro para todos, lugar sagrado que garantiza la continuidad de la cultura.
Concluida
la celebración y marcada por la sencillez y alegría, tuvimos una pequeña
confraternización en el salón de la Pastoral Indigenista, las hermanas agradecieron todo el apoyo,
cariño, solidaridad que reciben de instituciones, amigos y aliados para llevar adelante la
misión a ellas confiada en Brasil y Paraguay y renovaron su compromiso de
continuar trabajando a favor de la vida
y dignidad de los Pueblos Indígenas.
Que
Santa Laura Montoya alcance en este momento de Dios la paz, justicia, dignidad y vida plena principalmente en este momento
para los Pueblos Indígenas de Mato Grosso del Sur que en medio de tanta
violencia y asesinatos, luchan por
reconquistar sus tierras tradicionales.
Hnas Brasil
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