Revitalizar/Reestructurar nuestra vida y misión es sin lugar a dudas la tarea principal a la que debemos dedicar lo mejor de nuestras fuerzas en este momento.
Sistematización de la experiencia de trabajo de las hermanas Lauritas en la vicaria “Cristo Rey”, Barrio Caucaguita, del Estado Miranda – Caracas. Hoy parroquia “Cristo Rey”
Las Misioneras de la Madre Laura, vienen trabajando en Vicarias desde que la Curia Arzobispal estableció las Vicarias Parroquiales en Caracas, prestando este valioso servicio e iniciando siempre un trabajo pastoral de cero, al estilo misionero y como es costumbre de la Congregación, ir aquellos lugares donde nadie quiere ir.
La Caucaguita de 1978, era un conglomerado de tan solo cuatro años de existencia, habitado por damnificados de varios barrios y suburbios caraqueños. Era un lugar sin asistencia religiosa, social y política. Las Misioneras emprenden junto a la comunidad una ardua labor no solo pastoral, como también social, de empoderamiento y fortalecimiento del liderazgo comunitario, estimulan los grupos juveniles, los trabajos con mujeres, niños, adultos mayores. El trabajo con recursos escaso va haciendo que las Misioneras de la Madre Laura, despierten la creatividad, la audacia y el incansable deseo de que todos independientemente de su religión tengan una vida digna de todo ser humano.
Sistematizar necesariamente nos tiene que llevar a descubrir el bondadoso y misericordioso paso de Dios por la Historia de la Congregación, pero al mismo tiempo nos debe llevar a revisar a la luz de las experiencias vividas lo que tenemos que mejorar, reforzar, renovar, reorganizar con miras a un Centenario Congregacional y desde una apertura profunda al Espíritu que hace nuevas todas las cosas, impulsándonos a vivir la Revitalización- Reestructuración como un camino que responda a los nuevos desafíos pastorales que el mundo de hoy nos exige.
Sistematizar necesariamente nos tiene que llevar a descubrir el bondadoso y misericordioso paso de Dios por la Historia de la Congregación, pero al mismo tiempo nos debe llevar a revisar a la luz de las experiencias vividas lo que tenemos que mejorar, reforzar, renovar, reorganizar con miras a un Centenario Congregacional y desde una apertura profunda al Espíritu que hace nuevas todas las cosas, impulsándonos a vivir la Revitalización- Reestructuración como un camino que responda a los nuevos desafíos pastorales que el mundo de hoy nos exige.
El pasaje evangélico del mandato pascual que se encuentra en Mt 28, 10: «Entonces Jesús les dijo: No tengan miedo, vayan a anunciar a mis hermanos que se dirijan a Galilea y ahí me verán». Como para los discípulos, también nosotras (os), en el período histórico que estamos viviendo, tenemos que ir a Galilea. Ahí está nuestro pasado y nuestro futuro, nuestra memoria y nuestra profecía, es desde las nuevas Galileas desde donde estamos llamadas a responder con pasión por Cristo y la Humanidad, sin miedo, pero con la confianza y apertura a lo que el Espíritu nos impulsa y nos pide.
Hna. Francy Pérez
m.m.l
1 comentario:
Yo, Higinia Ruiz vengo de esa historia y mi presente se lo debo a ese pasado con las hermanas Lauritas, quienes acogían a los sectores mas deprimidos y nos valoraraban como seres humanos llenos de potencial, muchos somos profesionales gracias a ese empuje y esos valores que sembraron en nosotros, la humildad era lo que mas definia a esas hermanitas y ese amor a Cristo que sembraron en nuestras almas, jamas olvidare el lema:CREE, VIVE Y ANUNCIA EL EVANGELIO, hasta el dia de hoy cada uno lo hace desde su lugar de trabajo, desde la vida misma. Gracias hermanas Lauritas por permitirnos conocer al Jesus, hijo de Dios hecho hombre.
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