agradecemos al Señor, por su vida que es un hermoso don para la Congregación y los pueblos que acompaña.
Celebrar “Bodas de oro” es seguir diciendo:
“Aquí estoy, Señor, para hacer tu voluntad”.
Celebrar bodas de Oro en tiempo de Revitalización—Reestructuración la compromete mucho más a vivir con esperanza y alegría
Con mucho cariño Hermanas
Directiva Provincial
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