CARACAS-
VENEZUELA, 07/ 01/14
Hermana:
AYDA OROBIO GRANJA
Superiora General y
Hermanas de la Congregación
“Tienes que
preparar el campo para recibir la
lluvia”.
Queridas hermanas
reciban un fraternal saludo, lleno de mucha esperanza que comunica la presencia
transformadora de Cristo sediento en cada una de sus vidas y en los pueblos que acompañan.
La presente es para
compartirles la gracia y la oportunidad que se nos brinda en este encuentro de
preparación para Votos Perpetuos, que es un tiempo de parada para una opción
definitiva, una mirada lenta y serena al pasado, presente y al futuro, un
encuentro con nosotras mismas, con el Dios de la Vida y la Esperanza.
Es momento donde la
gracia de Dios se manifiesta a través de la Congregación, Provincias y
Comunidaes Locales para, hacer una relectura de nuestra caminada como junioras
con miras a discernir y fortalecer el
llamado de Dios que nos ha hecho a lo largo de nuestro caminar misionero y que continua manifestándose en la apertura y la
iniciación de una nueva experiencia en este
encuentro de preparación para los votos perpetuos, donde se abre nuevos
horizontes que nos permiten fortalecer el proceso de revitalización y
reestructuración.
Con alegría les
compartimos nuestras expectativas frente a este encuentro:
·
Vivir con intensidad los diferentes espacios
formativos que tendremos durante este tiempo.
·
Profundizar, reflexionar y confrontar nuestra
Vida Consagrada con las exigencias de
Jesús, frente a los nuevos desafíos que la sociedad nos presenta.
·
Ratificar que en la debilidad esta la gracia,
la fuerza y el potencial de Dios.
·
Enriquecer y revitalizar nuestra
espiritualidad y carisma viviendo la intercongregacionalidad.
·
Vivir en actitud orante, de escucha, acogida,
fe, silencio y disponibilidad, en los diferentes espacios que tendremos para
adquirir herramientas que nos llevaran a una opción definitiva y comprometida.
·
Fortalecer la fraternidad como camino de
seguimiento a Jesús que se manifiesta a
través de la comunidad.
·
Vivir
nuevas experiencias de formación conociendo otra realidad sintiéndonos que somos congregación en cualquier lugar que
estemos.
Les pedimos que se
unan a nosotras a vivir esta nueva experiencia de Reestructuración Congregacional,
mediante sus oraciones.
Concluimos con las palabras de la Madre Laura.”En el alma de las hermanas trate de imprimir la idea de que Dios no podía ser conocido de los infieles si no les mostraba un reflejo de Él en nosotras mismas y en nuestro modo de ser:- así, debíamos tener una bondad con ellos que, subyugando sus voluntades y superando cuanto ellos pudieran esperar y alcanzar a pensar, pudiéramos decirles: ¡Así es Dios y mucho más!” M.L
Fraternalmente
en Cristo
Hermanas
Junioras.
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