Señor, Dios, dueño del tiempo, en tus manos ponemos el mañana, el pasado y el futuro. Al terminar este año queremos darte gracias por todo aquello que recibimos de ti.
Gracias Por Laura Montoya, su canonización nos unió como familia y nos invitó a asumir con más alegría este proyecto que nos desafía a seguir llevando la Buena Nueva a tantos que no te conocen Señor.
Gracias por todos los pueblos indígenas por sus luchas y esperanzas, por ellos pedimos paz, dignidad, tierra, vida y que sus derechos sean respetados.
Gracias por la Juventud Laurista, por su alegría, su juventud que nos alegra es para la Congregación germen de vida y renuevo de esperanza.
Por los Misioneros seglares, amigos y hermanos que se han empeñado en hacer posible que el proyecto de vida de Laura Montoya se concretice en el día a día de sus vidas.
Gracias a todas las hermanas Misioneras quienes desde su sencillez han hecho posible durante este año que muchos hombres y mujeres se reencuentren con la Esperanza y la Alegría.
Te presento a las personas que a lo largo de estos meses nos acompañaron, fueron solidarias con la Congregación, trabajaron con nosotras y nos enseñaron a decir GRACIAS.
Te pedimos perdón Señor, por el tiempo perdido, por la palabra inútil y no saber corresponder al amor de las personas que a nosotras se acercaron, Perdón por las obras vacías y por el trabajo mal hecho, y perdón por vivir muchas veces sin entusiasmo y esperanza.
Hoy te pedimos paz y la alegría, fuerza y prudencia, la claridad y la sabiduría para avanzar en el proyecto de Revitalización y Reestructuración Congregacional.
Colmanos de bondad y de alegría para que, cuantos conviven con nosotras sepan decir así es Dios y más
Danos un año feliz y enséñanos a repartir felicidad.
Gracias Amigos y Amigas de luchas y esperanzas.
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