El momento que vivimos como Congregación es un momento
pleno de desafíos, ahora más que nunca es necesario arriesgar, tener esperanza
para asumir lo nuevo que ya está naciendo, es preciso alimentar los sueños y
concretizarlos día a día, en el horizonte de un nuevo amanecer. «Mirad que hago nuevas todas las cosas». Apocalipsis 21, 5
El proceso de revitalización se hace presente a la
largo de toda la Escritura. En ella, encontramos las Parábolas, medio a través
del cual podemos captar el mundo interior oculto, indecible, inenarrable de
Jesús, ella nos revelan lo que Jesús vive, siente y piensa del actuar de Dios
en su vida, en la de las demás personas y en la historia.
Revitalizarnos nos
tiene que llevar, necesariamente a reinterpretarnos; reinterpretar nuestra
historia poniéndola a tono con los tiempos que corren.
Fueron días de
encuentro personal y comunitario que nos vitalizan y nos animan a continuar en
el proceso de Reestructuración de la Congregación.
La Presencia de
Padre Luis Guillermo, a través de sus reflexiones sencillas pero cargadas de sabiduría
nos permitieron entrar en la dinámica de oración y contemplación.
Solo nos queda
decir Gracias Señor por estos días.
El Reino de Dios
se refleja desde el interior de cada uno, su gratuidad y disponibilidad al Espíritu
que nos conduce a lo nuevo que produce Vida y Vida en abundancia.
Misioneras Lauritas –
Caracas Venezuela
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